Una hoja de información para el paciente de Eliquis está disponible en 14 idiomas, pregúntele a su médico o enfermero.
Este folleto para el paciente está disponible en 14 idiomas diferentes, pregúntele a su médico o enfermero.
Le han dado este folleto porque su médico le ha recetado Eliquis. Puede que tenga fibrilación auricular y, si es así, ha recibido Eliquis para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular causado por la fibrilación auricular. Otra posibilidad es que tenga un coágulo de sangre en una pierna o un pulmón, y si es así, le han recetado Eliquis para tratar este coágulo de sangre.
En este folleto puede, entre otras cosas, conocer las causas frecuentes de su enfermedad, los síntomas más frecuentes, lo que puede hacer para reducir el riesgo de que se sienta enfermo y consejos prácticos durante el tratamiento con Eliquis.
La primera parte del folleto es sobre FIBRILACIÓN AURICULAR y la segunda habla de coágulos de SANGRE EN LA PIERNA O EN EL PULMÓN. Asegúrese de leer la sección que se aplica a usted. En la última parte del folleto puede leer sobre aspectos que se aplican independientemente de la enfermedad que tenga, es decir, aspectos que debe tener en cuenta cuando tome Eliquis.
Asimismo, debe leer el prospecto para el paciente del envase del fármaco. También puede encontrarlo en www.fass.se.
También encontrará más información sobre su enfermedad, el tratamiento con Eliquis, consejos prácticos y material informativo en www.eliquispatient.se.
La fibrilación auricular es una cardiopatía que hace que el ritmo cardíaco sea rápido y sin sincronización. Muchas personas con fibrilación auricular no notan síntomas, pero otras pueden presentar un ritmo cardíaco rápido y/o irregular. Algunas personas lo describen como “palpitaciones”. Otros posibles síntomas pueden ser:
cansancio
disnea
dolor torácico
mareos
disminución de la energía/
forma física
La causa exacta de la fibrilación auricular no se ha establecido completamente, pero el riesgo aumenta a medida que se envejece, y es más frecuente en personas con otros problemas cardíacos.
La fibrilación auricular puede tener lugar, por ejemplo, en relación con:
la hipertensión arterial
el estrechamiento/bloqueo en los vasos sanguíneos que irrigan el corazón
el infarto de miocardio
la cardiopatía congénita o después de cirugía cardíaca;
el tabaquismo
el consumo alto de café
el consumo excesivo de alcohol
el estrés
la insuficiencia cardíaca
el hipertiroidismo (hiperproducción de hormona tiroidea)
la apnea del sueño (respiración pausada durante el sueño)
la obesidad
Hable con su médico o enfermero sobre lo que puede hacer en cuanto a su estilo de vida y la fibrilación auricular.
Tener fibrilación auricular no tiene por qué ser un factor limitante y, de todos modos, a menudo se puede vivir una vida satisfactoria. La frecuencia de las crisis varía mucho de una persona a otra así como la cantidad de problemas que se derivan de ellas. Algunas personas tienen crisis con un intervalo de varios años, mientras que otras pueden tener varias crisis por semana. Algunas personas no las notan, mientras que otras tienen molestias evidentes.
Un episodio de fibrilación auricular puede ser muy molesto en ese mismo momento, pero para la mayoría de las personas es inofensivo para el corazón. Cuanto más tiempo haya tenido fibrilación auricular, mayor es el riesgo de que esta permanezca y no se reanude el ritmo normal, llamado ritmo sinusal. Es posible que necesite tratamiento farmacológico, temporalmente o durante un periodo de tiempo más largo; en parte, medicamentos que ayuden a aliviar los síntomas del ritmo cardíaco irregulary, en parte, anticoagulantes para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular.
La fibrilación auricular puede presentarse en forma de “episodios” separados que duran desde unos pocos minutos hasta varios días. Esto se denomina “fibrilación auricular paroxística”, que simplemente significa “fibrilación auricular que viene en crisis”. También existe la fibrilación auricular que puede describirse como “persistente” o “permanente”, lo que significa que la fibrilación es constante.
La fibrilación auricular está causada por las células que hacen que el ritmo cardíaco no funcione correctamente. Esto significa que el marcapasos natural del corazón se ha puesto fuera servicio y no puede controlar el ritmo del corazón. En la fibrilación auricular, las dos cavidades superiores del corazón no pueden contraerse con suficiente eficacia y, por lo tanto, la sangre no puede bombearse con la misma fuerza que antes. Estas cavidades cardíacas se llaman aurículas, por lo que la afección se denomina fibrilación auricular.
La fibrilación auricular en combinación con ciertos factores de riesgo aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Ejemplos de factores de riesgo son la edad avanzada, un accidente cerebrovascular anterior, la diabetes, la hipertensión, la insuficiencia cardíaca y la cardiopatía isquémica.
Debido a que la sangre no se bombea correctamente desde el corazón, puede acumularse en este y formar un coágulo, que es una acumulación de sangre coagulada. Si el coágulo sale del corazón y llega a los pequeños vasos sanguíneos del cerebro, el flujo de sangre se bloquea, lo cual provoca un accidente cerebrovascular.
Las personas con fibrilación auricular tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular que las personas que no tienen fibrilación auricular.
Cuando tiene episodios de fibrilación auricular que parecen haber sido desencadenados por un motivo determinado, puede intentar reducir el riesgo de nuevos episodios usted mismo evitando los factores desencadenantes. Por ejemplo, puede abstenerse de beber alcohol o intentar evitar situaciones estresantes. Hable con su médico o enfermero sobre lo que puede hacer en cuanto a su estilo de vida y la fibrilación auricular.
En muchas personas es imposible detectar los episodios de fibrilación auricular, por ejemplo, ya que pueden comenzar cuando duerme. Hacer ejercicio, comer menos alimentos grasos y abstenerse de fumar reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, lo cual, a su vez, puede reducir el riesgo de sufrir fibrilación auricular. También hay fármacos que pueden ayudar a reducir el número de episodios.
Un accidente cerebrovascular puede producirse repentinamente y debe actuar con rapidez. Estos son algunos signos importantes de síntomas frecuentes:
Otros síntomas pueden incluir debilidad o entumecimiento/parálisis en un lado del cuerpo, pérdida de visión o visión borrosa en uno o ambos ojos, confusión, mareo o inestabilidad. Si nota alguno de estos síntomas, no espere, llame al 112 inmediatamente.
¿Parálisis facial? Sonría y muéstre los dientes. ¿La persona tiene una cara asimétrica? ¿La esquina de la boca está caída?
¿Debilidad en el brazo? Levante los brazos y sosténgalos durante 10 segundos. ¿La persona presenta signos de debilidad/parálisis en algún brazo?
¿Dificultades para hablar, leer o comprender el habla? Diga la frase: “Hace buen tiempo hoy”. ¿A la persona le resulta difícil encontrar las palabras, decir las palabras correctas o pronunciar bien el discurso?
Los síntomas aparecerán repentinamente y se deben tratar con rapidez.
Comente la prueba FAST con familiares y amigos para que puedan ayudarle en caso de emergencia.
Los anticoagulantes son fármacos que reducen la capacidad de coagulación de la sangre, lo que impide la formación de coágulos de sangre y, por tanto, reduce el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, entre otras cosas.
Su médico ha evaluado minuciosamente el riesgo de que sufra un accidente cerebrovascular y ha decidido recetarle el fármaco Eliquis. Eliquis ayuda a evitar que se formen coágulos de sangre bloqueando una de las sustancias que están implicadas en el proceso de coagulación.
El objetivo de Eliquis es reducir el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular causado por la fibrilación auricular.
Tome siempre Eliquis según le recete el médico.
Eliquis siempre se toma 2 veces al día, por ejemplo, una vez por la mañana y otra por la noche. Intente tomar los comprimidos a la misma hora cada día. Puede ser más fácil tomarlos junto con alguna otra rutina diaria que ya tenga, y que normalmente realiza dos veces al día.
La dosis habitual para Eliquis es un comprimido de 5 mg dos veces al día. (A ciertos grupos de pacientes se les puede recetar 2,5 mg dos veces al día).
Debe tragarse el comprimido Eliquis con un vaso de agua. Puede tomarlo con o sin alimentos. Si le cuesta tragar el comprimido, lo puede aplastar.
Si es necesario, puede retirar los comprimidos de Eliquis del blíster y colocarlos en un pastillero.
Visite www.eliquispatient.se para beneficiarse del apoyo al paciente. El apoyo para el paciente está pensado para ayudarle de varias maneras a comprender su enfermedad, a sentirse seguro con su tratamiento y para ofrecerle diferentes herramientas que le recuerden que debe tomarse el medicamento.
Cuando se tiene un coágulo de sangre, la sangre forma un coágulo dentro de un vaso sanguíneo. El coágulo de sangre dificulta el paso de la sangre por el vaso sanguíneo. Un coágulo de sangre que se detecta y se trata a tiempo no suele ser peligroso, pero si se hace más grande puede impedir gravemente la circulación de la sangre. Los coágulos de sangre son más frecuentes en las piernas y a menudo comienzan en un vaso sanguíneo en una de las pantorrillas.
Si cree que ha tenido un coágulo de sangre, debe buscar atención médica de inmediato en un centro de atención primaria o acudir a urgencias.
la pantorrilla se hincha y se calienta, a veces también se enrojece o cambia de color;
la pierna puede sentirse pesada
la pierna duele, especialmente al caminar y al utilizar el músculo de la pantorrilla
la pantorrilla está dolorida y tensa si se aprieta
los vasos sanguíneos superficiales de la pierna pueden volverse más visibles y dolorosos
puede tener fiebre leve
Tiene una infección
Tiene más de 65 años
Está embarazada
Es obeso
Es fumador
Tiene cáncer, especialmente durante la cirugía o si recibe tratamiento con quimioterapia
Tiene una cantidad elevada de células sanguíneas anómala
Toma píldoras anticonceptivas u otros fármacos que contengan estrógenos
Ha estado sentado durante mucho tiempo, por ejemplo durante los vuelos de larga distancia
Está inmovilizado, por ejemplo después de una cirugía o si la pierna o el brazo están escayolados
Un coágulo de sangre que se detecta y se trata a tiempo no suele ser peligroso y no causará problemas duraderos. Un coágulo de sangre en las venas de la parte inferior de la pierna que no se trata puede crecer en la medida en que el flujo sanguíneo se vea gravemente afectado. Estas afecciones pueden ser más difíciles de tratar de forma eficaz y, en casos poco frecuentes, requieren intervención quirúrgica. Un coágulo de sangre en una vena puede llegar tener más de 30 cm. Dicho coágulo de sangre en la pantorrilla puede aumentar de tamaño y, finalmente, llegar a las venas del muslo y la pelvis.
Los coágulos de sangre que se forman en las venas de las piernas o la pelvis pueden desprenderse, ser transportados con la sangre y atascarse en uno o ambos pulmones. La dificultad respiratoria repentina, la tos o una punzada en el costado del pecho al respirar pueden indicar que un coágulo de sangre se ha desplazado con la sangre a los pulmones y se ha atascado.
Es importante que reciba tratamiento para el coágulo de sangre, ya que de lo contrario podría desprenderse y llegar a los pulmones, lo que puede provocar dificultades para respirar.
Para prevenir los coágulos de sangre en las piernas, es importante que mueva las piernas tanto como pueda, incluso si está en cama o está sentado mucho tiempo. Dejar de fumar y adelgazar puede reducir el riesgo de desarrollar coágulos de sangre.
Los coágulos de sangre deben ser tratados por un médico y normalmente hay que tomar anticoagulantes. El tratamiento ayuda al cuerpo a disolver el coágulo de sangre para que el vaso sanguíneo se abra de nuevo y también reduce el riesgo de nuevos coágulos de sangre.
Si tiene un coágulo de sangre en la pierna, a veces tiene que usar una media de compresión, tanto durante el tratamiento como después.
Si no se mueve y ni utiliza las pantorrillas, la circulación de la sangre en las piernas se vuelve más lenta, lo cual facilita la formación de coágulos de sangre. Piense en esto cuando permanezca mucho tiempo sentado, por ejemplo durante los vuelos de larga duración. Un consejo es hacer flexiones de pies y caminar un poco cuando se está sentado mucho tiempo y durante largos periodos de tiempo.
Los coágulos de sangre en las piernas o los pulmones pueden formarse más fácilmente si la capacidad de la sangre para coagular o disolver coágulos se ve afectada. Los factores hereditarios pueden influir.
Siempre debe tomar Eliquis según le recete el médico. Cuando se trata de coágulos de sangre en la pierna o el pulmón, lo más habitual es tomar los comprimidos de la siguiente manera:
LO MÁS FRECUENTE es que tome DOS comprimidos, de 5 mg cada uno, por la mañana y dos comprimidos, de 5 mg cada uno, por la noche, durante siete días.
A continuación, cortará los comprimidos por la mitad y tomará UN comprimido de 5 mg por la mañana y por la noche durante al menos tres meses. Siga las indicaciones del médico.
Si ha tenido varios coágulos de sangre, es posible que tenga que tomar anticoagulantes durante varios años. No deje de tomar Eliquis sin hablar primero con su médico. El riesgo de que se formen coágulos de sangre puede aumentar si interrumpe el tratamiento demasiado pronto. Puede leer más acerca de cómo usar Eliquis en el prospecto para el paciente del envase del fármaco o en www.fass.se.
Visite también www.eliquispatient.se. Encontrará más información sobre Eliquis, herramientas prácticas y respuestas a las preguntas más frecuentes.
Informe inmediatamente a su médico o enfermero si ha tomado más de la dosis recetada de Eliquis. Lleve el envase del medicamento a su médico, aunque no queden comprimidos. Si toma más Eliquis de lo recomendado, puede que tenga un mayor riesgo de hemorragia.
Si se va a someter a una cirugía, una biopsia o un tratamiento dental, diga al médico o al dentista que está tomando Eliquis. Puede que tenga que dejar de tomar Eliquis o hacer un descanso.
Utilice el collar Eliquis y la tarjeta de bolsillo. Siempre es bueno llevarlas con usted si tiene un accidente. Muestre la tarjeta de bolsillo si tiene que acudir al médico en el extranjero, así como en Suecia.
Algunos fármacos y complementos alimenticios pueden interferir con el efecto anticoagulante de Eliquis, o bien aumentar el riesgo de hemorragia o hacer que el fármaco sea menos eficaz. Puede encontrar una lista completa de los fármacos que pueden afectar a Eliquis en el prospecto para el paciente del envase del fármaco.
Informe siempre a su médico y dentista sobre qué fármacos está tomando, incluidos los medicamentos de venta sin receta y los medicamentos a base de hierbas (como la hierba de San Juan).
No debe tomar Eliquis si está embarazada, amamantando o si tiene una hepatopatía o un trastorno hemorrágico, a menos que su médico le diga lo contrario después de haber recibido información al respecto. Por lo tanto, recuerde decirle a su médico si alguno de estos casos le concierne.
La duración del tratamiento con Eliquis puede variar; algunas personas pueden tener que tomarlo indefinidamente. Siempre debe seguir las instrucciones de su médico y seguir tomando el medicamento mientras el médico le haya dicho que lo haga.
NO DEJE DE TOMAR ELIQUIS SIN HABLAR PRIMERO CON SU MÉDICO.
Si se olvida de tomar una dosis de Eliquis, debe tomar el comprimido en cuanto lo recuerde, y luego tomar el siguiente comprimido de Eliquis a la hora habitual y continuar como siempre. Si tiene alguna duda, pregunte a su médico o a la persona a cargo de su medicación.
Al igual que con todos los fármacos, Eliquis puede causar efectos secundarios, aunque no todo el mundo los sufre.
Puede leer más sobre los efectos secundarios en el prospecto para el paciente del envase del fármaco.
Al igual que con otros fármacos similares (anticoagulantes), Eliquis puede aumentar el riesgo de hemorragia, que puede requerir atención médica inmediata.
Otros efectos secundarios que pueden aparecer son hematomas, sangre en la orina (que colorea la orina de rosa o rojo) o hemorragias nasales. También pueden aparecer náuseas. Si se produce una hemorragia imprevista, debe ponerse en contacto con su médico o enfermero. Informe a su médico, farmacéutico o enfermero si experimenta algún efecto secundario, aunque no esté incluido en el prospecto para el paciente o en este folleto.
Informe siempre a su médico y dentista de que está tomando Eliquis. Si se va a someter a una cirugía dental o a una intervención quirúrgica con su dentista, dígale siempre que está tomando Eliquis, ya que en algunos casos puede, por ejemplo, tener que saltarse la dosis matutina de Eliquis antes del procedimiento dental. Su dentista le dirá qué debe hacer.
Eliquis afecta a la capacidad de la sangre para formar coágulos, es decir, para coagularse. Por este motivo, en algunos casos, puede tener hemorragias con este tipo de fármacos. Es frecuente que los cortes y las heridas puedan tardar un poco más en dejar de sangrar.
En caso de hemorragia leve de la nariz, las encías, el tubo digestivo o en la orina, póngase en contacto con su enfermero/médico para que le aconseje. Si se siente mareado, se desmaya o si sangra mucho, acuda inmediatamente al centro de urgencias más cercano o llame al 112.
En los raros, pero muy graves, trastornos hemorrágicos, existe un antídoto para Eliquis que se puede utilizar para cambiar sus efectos, solo se utiliza en los hospitales en situaciones de emergencia.
Cuando le recetaron Eliquis, puede que recibiera un “kit inicial de Eliquis”. El kit inicial contiene una carpeta para los pacientes y un collar. Visite www.eliquispatient.se para conocer el programa de apoyo al paciente de Eliquis. El propósito de este programa de apoyo al paciente es ayudarle a entender su enfermedad, a sentirse seguro con su tratamiento o a recordarle que debe tomarse el fármaco. Si no ha recibido el kit inicial, póngase en contacto con el equipo de atención sanitaria para que pueda ayudarle.
La combinación de un estilo de vida saludable y los fármacos correctos le ayudará a controlar su enfermedad o a tratar su coágulo de sangre. Tenga en cuenta los siguientes factores de estilo de vida y cómo pueden afectarle:
Dieta: comer mucha fruta y verduras frescas. Reduzca el consumo de carne con un alto contenido en grasas y evite comer alimentos excesivamente procesados ocomidas preparadas para mantener los niveles de colesterol bajo control. Reduzca la cantidad de sal para ayudar a controlar la hipertensión arterial, otro factor que puede, entre otras cosas, ser responsable de la fibrilación auricular.
Ejercicio: la actividad física regular ayuda a mantener no solo el peso bajo control sino también una perspectiva positiva de la vida. Consulte con su médico/enfermero antes de comenzar cualquier nueva forma de ejercicio, para que sepa que no es peligroso según su estado de salud.
Estrés: las personas estresadas tienen más probabilidades de contraer ciertas enfermedades, como la fibrilación auricular. Intente identificar formas de controlar el estrés e incorpore el ejercicio en su rutina diaria.
Peso: si es obeso, es importante adelgazar. Coméntelo con su médico/enfermero.
Apnea del sueño: controlar la apnea del sueño (pausas en la respiración durante el sueño) puede afectar a su fibrilación auricular de forma positiva.
Alcohol: puede ser un factor desencadenante de la fibrilación auricular. Beba cantidades moderadas de alcohol y hable con su médico/enfermero si necesita reducir el consumo.
Eliquis® pertenece a un grupo de fármacos llamados anticoagulantes. Este medicamento ayudará a prevenir la formación de coágulos de sangre al bloquear el factor Xa, que es un componente importante para la coagulación. El principio activo de Eliquis® se llama apixabán. Eliquis® está disponible en forma de comprimidos recubiertos con película en las concentraciones de 2,5 mg y 5 mg. Eliquis® e utiliza en adultos: 1. Para evitar que se formen coágulos de sangre (trombosis venosa profunda, TVP) después de una cirugía de la articulación de la cadera o la rodilla. 2. Para evitar que se formen coágulos de sangre en el corazón en pacientes con ritmo cardíaco irregular (fibrilación auricular) y al menos un factor de riesgo. Los coágulos de sangre pueden desprenderse, ser transportados al cerebro y causar un derrame cerebral, o a otros órganos e impedir el flujo normal de sangre hacia ellos. 3. Para tratar los coágulos de sangre en las venas de las piernas (trombosis venosa profunda) y en los vasos sanguíneos del pulmón (embolia pulmonar) y para evitar que los coágulos de sangre vuelvan a aparecer en los vasos sanguíneos de las piernas y/o los pulmones. No utilice Eliquis®: si es si es alérgico al apixabán o a cualquier otro componente de este medicamento o si tiene una hemorragia en curso, si tiene una enfermedad en un órgano del cuerpo que aumenta el riesgo de hemorragias graves (como úlceras en curso o recientes en el estómago o los intestinos, hemorragias recientes en el cerebro), si tiene una enfermedad hepática que aumenta el riesgo de hemorragias (coagulopatía hepática), si está tomando algún medicamento para prevenir coágulos de sangre (p. ej., warfarina, rivaroxabán, dabigatrán o heparina), excepto si cambia el tratamiento con anticoagulantes o durante el tiempo que lleve un catéter venoso o arterial y esté recibiendo heparina para mantenerlo abierto o si se le inserta un catéter en el vaso sanguíneo (ablación con catéter) para tratar un ritmo cardíaco irregular (arritmia). Hable con su médico, farmacéutico o enfermero antes de tomar este medicamento: si tiene una nefropatía grave o está en diálisis, si tiene problemas hepáticos o los ha tenido anteriormente, si lleva una prótesis valvular o si sabe que tiene una enfermedad llamada síndrome antifosfolípido (un trastorno del sistema inmunitario que aumenta el riesgo de formación de coágulos de sangre). Para obtener más información sobre Eliqui®, lea con atención el prospecto para el paciente del envase (consulte también www.fass.se).
Bristol Myers Squibb, 08-704 71 00, Pfizer AB, 08-550 52 000
Versión 4
432SE2012474-01, 432SE2001340-01 PP-ELI-SWE-1456 MARZO 2020